Con espontaneidad y satisfacción, Amelia Agripina O'rrelly Quiñones, una destacada profesora de Matemática de Morón, manifiesta que fue reconocida como Hija Ilustre de la ciudad, aunque además se considera Hija del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech.
Su historia es bien sentimental, pues cuenta que a los cinco años de edad quedó huérfana, lo que la obligó, desde muy jovencita, a trazar un futuro cierto y prometedor.
Fue entonces cuando al concluir los estudios de secundaria, la captaron para formarse como educadora, y formó parte del segundo contingente del destacamento pedagógico en la zona de Ceballos.
"Desde que llegué a esa escuela me gustó el ambiente, por su organización, disciplina y funcionamiento, porque era un centro maravilloso", recuerda.
Amelia, una estudiante aplicada e inteligente, se percató enseguida de que la opción había sido especial, lo que le permitiría comenzar a ayudar muy pronto, económicamente a su familia.
Allí tenía una sesión de clases y otra de prácticas docentes en grupos de escuelas en el campo en esa zona citrícola.
Ya en 1978 egresa del destacamento y comienza a impartir docencia en Ceballos Uno, luego en las secundarias Nguyen Van Troi y Benito Juárez en la ciudad de Morón.
Su trayectoria marca su actividad en distintos cargos en la FEU, en la Unión de Jóvenes Comunistas, delegada a la Asamblea Municipal del Poder Popular, y responsabilidades en los Comités de Defensa de la Revolución y la Federación de Mujeres Cubanas.
Amelia es también investigadora, y guarda celosamente la distinción Rafael María de Mendive, entre otros reconocimientos.
Pero créanme, mi mayor orgullo es haber sido integrante del destacamento Pedagógico creado por Fidel, donde me formé como educadora, mi mayor orgullo".
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