Huellas imborrables en la memoria de un educador

Aunque Marciano González del Sol lleva 43 años como educador en instituciones escolares de Morón, no aparta de su memoria su natal comunidad conocida como Polo Viejo, un intrincado lugar del Escambray. Y es que a principios de enero de 1963, siendo aún un niño, su vida y la de sus padres se vio en peligro cuando un grupo de contrarrevolucionarios asaltó aquel caserío con disparos, con la intención de tomar el cuartel para apoderarse de armas. "Fueron momentos muy difíciles, donde, a pesar de mi corta edad, corrí a avisar a mi familia, y ayudé a otras decisiones de último instante, como evitar situaciones en la escuelita de aquel lugar, convertida muchas instalaciones en ceniza.