José Raúl Betancourt Vasconcelo, durante su adolecencia en su natal Camagüey, siempre soñó en ser tanquista, a partir de su innata vocación por carreras militares, pero consciente de que todo estaba en dependencia de las opciones de becas que fueran asignadas a su secundaria básica, con cierta desconfianza en el lugar que alcanzaría por su rendimiento acadèmico.
Constituyó para él una sorpresa cuando al graduarse en ese nivel educativo recibe el boleto para iniciar estudio en el Segundo Contingente del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce y sin titubeos inició una nueva etapa estudiantil en la zona de Minas, Sierra de Cubitas, donde encontró organización, herramientas para emprender la profesión de educador, métodos de trabajo y algo más.
Refiere que los estudiantes de su grupo sostenían esporádicos intercambios y encuentros deportivos con los que integraban el destacamento en la zona de Ceballos, en Ciego de Avila, donde conoció a otra aspirante a educadora: a la moronera Miriam Lamas del Toro.
Fue ese el punto de partida de una historia de amor, que devino a partir de 1977, en un matrimonio feliz, constituido por dos hijos del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech.
Él, profesor de Historia y ella de Español y Literatura, ambos reconocidos por su preparación profesional, con un desempeño durante décadas en importantes instituciones educativas del territorio, como la Escuela Pedagógica Rafael Morales, la Academia de Artes Plásticas Raúl Martínez de Morón,y el Centro Universitaro Municipal Doctor Benito Llanes Recinoc..
Ambos ya jubilados coinciden en que el Destacamento Pedagógico fue la mejor escuela por la que han transitado, y guardan hermosos recuerdos y reconocimientos de los que fueron merecedores como premio a su entrega profesional.
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