Una pertinaz llovizna proporcionó el intercambio con Ana María Trujillo Rodríguez, reconocida profesora de la Secundaria Básica Roberto Rodríguez de la ciudad de Morón, donde acumula once años, como Psicopedagoga de esa institución educativa.
De su trayectoria, no esconde los orígenes, nativa de la apartada zona de El Peñón, en el municipio Chambas, una guajirita que desde pequeñita quería ser maestra y que saltando inconvenientes llegó al Instituto Pedagógico Enrique José Varona de La Habana, donde en 1985 alcanzó el anhelado título de Licenciada en Pedagogía.
En el mundo de la educación se ha desenvuelto la mayor parte de su vida, pues cuenta que inició su etapa laboral como profesora de la Escuela Pedagógica Rafael Morales de Morón y que posteriormente impartió docencia en la Escuela Especial Marcelino Cuéllar de esta localidad.
"Aquí quiero detenerme -alega la entrevistada- para confesar su amor por la enseñanza especial, pues no sólo es lo que el profesor enseña, sino los aportes que recibe como profesional".
Coincide que la educación es la más importante de las profesiones, pues constituye punto de partida en el proceso de aprendizaje de una persona.
Ana María, a pesar de su edad, se siente joven y competente para permanecer en la educación. "Aquí estaré hasta que pueda ser útil, siempre que la capacidad intelectual me acompañe", refiere la entrevista.
La lluvia cesa en la ciudad y es hora del regreso a casa. Mañana con toda puntualidad tendrá un nuevo reencuentro con los estudiantes.
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