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miércoles, 20 de noviembre de 2019

Estenia Estrada y sus inicios como alfabetizadora


                                          
Estenia Estrada es una educadora ya jubilada y  reincorporada al sector de la educación en el municipio de  Morón, en la central provincia de Ciego de Ávila. En el seminternado de primaria Ignacio Agramonte donde labora, se le considera la decana del magisterio, por su cúmulo de experiencias y  su entrega a la formación de la niñez.

Cuenta que su vocación por esta profesión surgió en su propia casa, donde funcionó un aula que atendía su hermana mayor, para enseñar voluntariamente a los niños de la barriada.

Luego, muy jovencita se integró a la campaña de  alfabetización como brigadista Conrado Benítez, y  así comenzó a vincularse directamente con la obra revolucionaria. "No fue nada fácil aquella campaña -relata Estenia- pues fui ubicada, con apenas 14 años en la vivienda de la familia López, en el lugar conocido como Santa Clarita, en Chambas.

Era la casa, nada menos que de Manolito López,  un connotado contrarrevolucionario, que estando alfabetizando a su familia, se ausentó para unirse a los bandidos en el lomerío.

 "Un día pregunté por Manolito, pues se había ausentado y no me contestaron. Más tarde el guía de la familia solo me dijo "Anda huyendo, no sabemos de él".
                                                


 

El peligro era inminente, pues para dar clases en el horario nocturno tenían que llevarme a caballo, hasta que la dirección de la campaña decidió trasladarme para el Crucero de Tamarindo, para evitar incidentes.

La  familia Molina era la nueva ubicación de Estenia Estrada, donde el viejito Lolo constantemente le decía "yo soy muy bruto Estenia, yo no voy a aprender nada..."

Desde entonces no se apartó más de la escuela, pues en su trayectoria ha laborado en varios centros de la ciudad de Morón, luego de tener  como base preparatoria la Escuela Makarenko,donde  también impartió clases a mujeres campesinas de la Brigada Ana Betancourt.

En esas circunstancias se curtió esta educadora que con 73 años de edad, dice sentirse orgullosa de su profesión, porque ser maestro es un alto honor, es un sacrificio que tiene su recompensa en la sociedad.

A 58 años de la  Campaña de Alfabetización, Estenia guarda en su memoria cada detalle de aquellas hermosas jornadas, cuando vestía el uniforme de brigadista, cuando portaba el farol chino que alumbraba los trillos de Santa Clarita y cuando recibió la noticia de la captura de Manolito López por las fuerzas de la Lucha contra Bandidos.

Felicidades Estenia, en esta jornada nacional de homenaje a los educadores cubanos.


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