Rostros alegres se aprecian en las tres aulas con que cuenta la escuela rural José Luís Gómez, enclavada en la comunidad conocida como El Chillante, zona campesina del municipio de Morón, en la provincia de Ciego de Ávila.
Luego del receso de fin de año y las celebraciones por el triunfo de la Revolución, los 19 estudiantes de ese centro escolar vuelven al reencuentro con sus maestras, Célida, Lázara y Misleidis.
La escuelita es, sin duda, la instalación más bella de esa comunidad pues según Célida, es posible mantenerla pintada, con las áreas verdes limpias sin que se escape ni un solo detalle, por el apoyo que sistemáticamente brindan los padres y vecinos de ese lugar.
Misleidis es la responsable de tener en funcionamiento un círculo de interés de plantas medicinales, pero también en ese centro cuentan con un círculo pedagógico, porque varios niños dicen sentir vocación por el magisterio.
Se aprecia absoluto silencio en la escuela. Los niños atienden al pizarrón y a la explicación de las maestras sobre el contenido de la clase. La mayoría de las viviendas permanecen cerradas, como si todas las familias estuvieran ausentes, pero es una característica del lugar donde desde temprano todos marchan hacia las respectivas labores, la mayoría inmersos en tareas agrícolas, y los más pequeños hacia la escuela José Luís Gómez, el lugar más bello de El Chillante.
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