Algo inesperado en actividad de verano en Loma Ciega
Loma Ciega es el nombre que heredó una comunidad rural de unas 500 viviendas dispersas a ambos lados de un camino vecinal que conduce a áreas de cultivos varios, pertenecientes a la cooperativa campesina Paquito Rosales de Morón, en Ciego de Ávila.
Este fin de semana, víspera del 26 de Julio, los niños, jóvenes y familias en general de ese lugar, recibieron la inesperada visita de la Guerrilla Cultural que recorre en este verano comunidades apartadas del territorio.
Muy temprano se instalaron los equipos de audio y se preparó un improvisado escenario entre el caserío, platanales y el arroyo El Roble que atraviesa ese lugar. Poco después de las nueve de la mañana, una conocida canción infantil anunciaba el inicio de la festividad. Comenzaban los juegos de participación, la declamación de poesías, las actuaciones danzarias y hasta competencias sobre la lengua española.
Los ganadores recibían aplausos y obsequios que reservaba la guerrilla cultural, y los perdedores, debían cumplir determinadas acciones. Pero esta vez, los perdedores de las competencias le jugaron una mala pasada al jurado evaluador. Uno de los niños se le impuso como "castigo" cantar una canción... El pequeño sin vacilaciones,exigió un micrófono y que el guitarrista lo acompañara: ambos se dijeron algo en voz baja y comenzó a cumplir el "castigo del perdedor". Fue merecedor del aplauso más prolongado por su brillante interpretación. Luego supimos que aquel pequeño espectador residente en Loma Ciega,era integrante de un coro en la escuela primaria Carlos Manuel de Céspedes donde cursa el quinto grado.
Pero la historia de Loma Ciega no termina en esa inesperada actuación infantil. Ya casi al término de la jornada, una vecina del lugar solicitó permiso para unas palabras de agradecimiento a la brigada visitante y si le permitían cantaría una canción.
Su voz retumbó en el caserío con la melodía Espontáneamente... ¿quién esperaba tan improvisada actuación?..Se repetía de nuevo un prolongado aplauso y el presentador, la felicitaba. Era, nada menos que una vecina de ese lugar, integrante del Conjunto de Música Criolla Ecos de la Trocha de la Ciudad del Gallo que participaba en la actividad como espectadora.
María Julia, espontáneamente corroboró que Loma Ciega es una comunidad que tiene los ojos bien abiertos.
Fue una mañana de alegría, de aplausos y emociones, y sobre todo de muchas sorpresas.
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